https://soundcloud.com/marcelo-melitsko/duetos-con-cortazar-rayuela-capitulos-7-68-32
Capítulo 7 Toco tu boca (Bolero)
Toco tu boca, con un
dedo toco el borde de
tu boca, voy
dibujándola
como si saliera de mi
mano, como
si por primera vez
tu boca se entreabriera,
y me basta cerrar los
ojos para deshacerlo todo
y recomenzar,
…
hago nacer cada
vez la boca que deseo,
la boca que mi mano
elige y te dibuja,
una boca elegida entre
todas, con soberana
libertad
…
elegida por mi
para dibujarla
con mi mano
en tu cara,
y que por un azar
que no busco comprender
coincide exactamente con
tu boca
que sonríe por
debajo de la
que mi mano
te dibuja.
Me mirás, de
cerca me mirás, cada vez
más y entonces
jugamos al cíclope,
nos miramos
cada vez más cerca
y los ojos
se agrandan,
se acercan entre si,
se superponen
y los cíclopes se miran
respirando confundidos,
las bocas se encuentran
y luchan tibiamente,
apoyando apenas la
lengua en los dientes.
Y si nos ahogamos
en un breve y terrible
absorber simultaneo
del aliento,
esa instantánea
muerte es bella,
y si nos mordemos,
el dolor es dulce.
Y hay una sola
saliva y un solo
sabor a fruta
madura, y
yo te siento
temblar contra mi
como una luna
en el agua.
Capítulo 68 Apenas él le amalaba el noema, a ella (Tango)
Sintiendo como...
poco a poco
las arnillas se espejunaban,
se iban apeltronando,
reduplimiendo
hasta quedar tendido
como el trimalciato de ergomanina
al que se le agregaron
unas fílulas de cariaconcia.
Apenas él...
le amalaba el noema,
a ella se le agolpaba el clémiso
y caían en hidromurias,
en salvajes ambonios.
Y cuando él procuraba
relamar las incompelusas
tenía que envulsionarse
de cara al nóvalo.
Y sin embargo era
apenas el principio,
porque en un momento dado
ella se tordulaba
los hurgalios consintiendo
en que él aproximara
suavemente
sus orfelunios.
Cuando se entreplumaban
algo como un
ulucordio
los encrestoriaba
los extrayuxtaba
los paramovía,
de pronto,
era el clinón.
La esterfurosa convulcante de las mátricas,
la jadehollante embocapluvia del orgumio
los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa.
¡Evohé! ¡Evohé!
Valposados en la cresta del murelio,
se sentían balparamar, perlinos y márulos,
y todo se resolviraba
en carinias casi crueles
que los ordopenaban
hasta el límite de las gunfias
Capítulo 32 Bebé Rocamadur (Balada)
Bebé Rocamadur, bebé bebé.
Rocamadur:
Hay una cosa que se llama
tiempo
hay una cosa que se llama tiempo,
es como un bicho que anda y anda.
No te puedo explicar más porque sos tan chico
pero Horacio está por llegar.
Vivir con Horacio, quien sabe hasta cuando,
ayudandolo a buscar lo que busca.
Rocamadur, cuando seas un hombre
también buscarás como un gran tonto.
Bebé Rocamadur, bebé bebé.
Rocamadur,
Ya no lloro más, estoy
contenta
ya no lloro más, estoy contenta
pero me es tan difícil entender las cosas.
Para entender un poco, preciso tanto tiempo,
eso que otros enseguida entienden.
Pero ellos que todo lo entienden tan bien
no pueden entenderte ni a ti ni a mi,
que yo no pueda tenerte conmigo,
cambiarte los pañales, jugar, hacerte dormir.
Bebé Rocamadur, bebé bebé.
Rocamadur,
No te podría tener
aquí,
no te podría tener aquí, casi no hay sitio para poner nada.
Para poner una palangana hay que sacar el tocadiscos,
y donde ponerlo si la mesa está llena de libros,
aunque seas tan pequeño no cabrías en ninguna parte.
Te golpearías contra las paredes.
Pienso en eso y me pongo a llorar.
Nadie se aguanta aquí mucho tiempo,
vivir combatiéndose es la ley
Bebé Rocamadur, bebé bebé.
Rocamadur:
Hay una cosa que se llama
tiempo,
Ya no lloro más, estoy
contenta
No te podría tener
aquí,
Pienso en eso y me pongo a
llorar.
Herida la de tu boca
que lastima sin dolor.
No tengo miedo al invierno
con tu recuerdo lleno de sol.
Tonada del viejo amor
FALU & DÁVALOS
Adaptacion cantábile basada en el Capítulo 34 de Rayuela de Julio Cortazar
Ah Maga…
No se lo cuentes a nadie,
vos eras como una llama,
el molde hueco era yo,
vos pura y libre, temblabas
es ancho y negro el olvido
y entra el otoño en mi corazón
Pero. que hermosa que estabas
al lado de la ventana,
las manos teniendo el libro,
la boca un poco ávida,
se abrió tu boca en la mía
como un damasco lleno de miel
Cuando era chico leí
lo mismo, obsesivamente.
Me hice de un vocabulario
inútil, redondamente.
El viento lo fue borrando,
y estoy más solo mirando el mar.
Donde estaremos desde hoy,
dos puntos cerca o lejos,
que se alejan y se acercan
en movimientos brownoideos.
tu pelo suelto en el viento
como un torrente de trigo y luz.
Componiendo poco a poco
una figura idéntica
a la que dibujan las moscas
volando en una pieza
Capítulo 2 Nos queríamos (Calipso)
Abrazado a la Maga, esa concreción de nebulosa,
encuentro tanto sentido en escribir la novela que nunca escribiré
como hacer un muñequito con migas de pan
o defender con la vida los ideales que redimen a los pueblos.
Cuantas palabras para un mismo desconcierto,
cuantas nomenclaturas para un mismo desconcierto.
A veces me convenzo que la estupidez se llama triángulo,
de que ocho por ocho es la locura o un perro.
El péndulo cumple su vaivén instantáneo
y otra vez me inserto en las categorías tranquilizadoras,
muñequito insignificante,
novela trascendente, muerte heroica.
Las jerarquías de valores exploradas por Scheler:
lo religioso, lo ético, lo estético.
La lengua de la Maga me hace cosquillas,
lo ético, la novela, la lengua, el muñequito.
Nos queríamos en una dialéctica de imán y limadura.
Nos queríamos en una dialéctica de ataque y defensa.
Nos queríamos en una dialéctica de pelota y pared,
y por todas esas cosas yo me sentía antagónicamente cerca.
Hacíamos el amor con virtuosismo crítico
sin estar enamorados,
después la espuma de la cerveza se ponía como estopa,
se entibiaba y contraía mientras nos mirábamos.
¿Por qué no aceptar lo que estaba ocurriendo
sin pretender explicarlo
como quién distribuye en un patio de la calle Cochabamba,
macetas con geranios?
En esos días del cincuenta y tanto
lo que verdaderamente me exasperaba
era saber que nunca volvería a estar tan cerca de mi libertad
como cuando me sentía acorralado por el mundo Maga.
https://soundcloud.com/marcelo-melitsko/mi-ciudad-62-modelo-para-armar
62/ Modelo para armar (Milonga)
Estar mirando mi ciudad desde la borda
del navío sin mástiles que atraviesa el canal,
un suspendido deslizarse hacia ese rumbo que no alcanzaremos
porque en algún momento ya no hay barco, todo es andén y equivocados trenes,
las perdidas maletas, las innúmeras vías y los trenes inmóviles
que bruscamente se desplazan y ya no es el andén,
hay que cruzar para encontrar el tren y las maletas se han perdido
y nadie sabe nada, todo es olor a brea y a uniformes de guardas impasibles
hasta trepar a ese vagón que va a salir,
y recorrer un tren que no termina nunca
donde la gente apelmazada duerme
en habitaciones de fatigados muebles, con cortinas oscuras
y una respiración de polvo y de cerveza,
y habrá que andar hasta el final del tren
porque en alguna parte hay que encontrarse,
sin que se sepa quién, la cita era con alguien que no se sabe
y se han perdido las maletas
y tú, de tiempo en tiempo, estás también en la estación
pero tu tren es otro tren, tu Perro es otro Perro,
no nos encontraremos, amor mío,
te perderé otra vez en el tranvía o en el tren,
en calzoncillos correré por entre gentes
apiñadas y durmiendo en los compartimientos
donde una luz violeta ciega los polvorientos paños,
las cortinas que ocultan mi ciudad.
https://soundcloud.com/marcelo-melitsko/eco-de-rayuela
La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato, y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores.
Rayuela, capítulo 36
Julio Cortazar
RAYUELADA
Para ti da lo mismo pensar de acá a dos años
o pasado mañana.
Sacando el día a día, el resto es utopía,
es cosa tan lejana.
Al fin y al cabo el mundo siempre se las ingenia
para volver a un punto.
La rotación terrestre ya pregonó el futuro,
cueste lo que nos cueste.
Momento a momento después del dia a dia
el resto es astronomía
Por eso, justamente, hablás de acá a dos años
como si fuera nada.
En tanto, yo circulo al borde de vacíos,
rondando madrugadas,
celebrando si alguno se topa en mi camino
en la línea de avanzada.
En esta rayuelada, la piedra serpentea,
no está domesticada.
Las líneas tienen vida, los casilleros mutan,
los números trasvasan
Estaba esperando desde ayer a la noche
que llegue la mañana;
continuar la tarea que debo abandonar
cuando la luz ya falta.
En clave de Rayuela detrás de este cielo
hay otra tierra intacta,
monstruosamente bella, hermosamente inhóspita,
afablemente lejana,
kibutz inarribable, terriblemente dulce,
caleidoscopio maga.
En clave de Rayuela desde la tierra al cielo
se llega en una pata
en lo alto está el cielo; abajo está la tierra
y la piedrita pasa
de un casillero a otro, de un número al siguiente,
consecutivamente .
Se avanza hasta ese punto en que se acaba el juego
si no se hizo trampa.
Mas cuando al fin se aprende a remontar la piedra
se acaba la infancia.
Todos los VolskWagen son iguales;
todas las miradas, nebulares;
todos los recursos, industriales;
agua, fuego, tierra, aire.
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