Cuando los napoleónicos gobernaban España autorizan la libertad de expresión y de prensa también en las colonias dando lugar, en las ciudades donde hubiera imprentas, a la publicación de innumerables historias personales como la que exponía Francisco Lorenzo de Velasco en respuesta a una carta publicada por su padre.
Más de un siglo después Carlos Gardel y Alfredo Lepera componen una canción en la que recuerdan su añorada patria Lejana tierra mía
Lejana tierra mía bajo tu suelo,
bajo tu suelo
quiero morirme un día con tu consuelo,
con tu consuelo.
De la intersección de ambas obras resulta Oh, adorado padre
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